CARTA A LOS NO VACUNADOS



El Dr. Denis Rancourt, investigador de la Ontario Civil Liberties Association, y varios colegas académicos canadienses han redactado una carta abierta para apoyar a quienes han decidido no aceptar la inoculaci0n Covid-19.

El grupo hace hincapié en el carácter voluntario de este tratamiento médico, así como en la necesidad de un consentimiento informado y una evaluación individual del riesgo-beneficio. Rechazan la presión ejercida por los funcionarios de salud pública, los medios de comunicación social y los ciudadanos.

El control sobre nuestra integridad corporal puede ser la última frontera de la lucha por la protección de las libertades civiles.

¡No está solo! A 28 de julio de 2021, el 29% de los canadienses no han recibido la inoculaci0n Covid-19, y un 14% adicional ha recibido una inyección. En Estados Unidos y en la Unión Europea, menos de la mitad de la población está totalmente inoculaci0nda, e incluso en Israel, el «laboratorio del mundo» según Pfizer, un tercio de las personas siguen sin estar completamente inoculaci0ndas. Los políticos y los medios de comunicación han adoptado un punto de vista uniforme, convirtiendo a los no inoculaci0ndos en chivos expiatorios de los problemas que han sobrevenido tras dieciocho meses de alarmismo y cierres. Es hora de aclarar las cosas.

Es totalmente razonable y legítimo decir «no» a las insuficientemente probadas inoculaci0ns para las que no existe ciencia fiable. Tienes derecho a hacer valer la tutela de tu cuerpo y a rechazar tratamientos médicos si lo consideras oportuno. Tiene derecho a decir «no» a una violación de tu dignidad, tu integridad y tu autonomía corporal. Es su cuerpo y tiene derecho a elegir. Tiene derecho a luchar por sus hijos contra su inoculaci0nción masiva en la escuela.

Tiene derecho a cuestionar si el consentimiento libre e informado es posible en las circunstancias actuales. Se desconocen los efectos a largo plazo. Se desconocen los efectos transgeneracionales. Se desconoce la desregulación de la inmunidad natural inducida por la inoculaci0n. Se desconocen los daños potenciales, ya que la notificación de los efectos adversos es tardía, incompleta e incoherente entre jurisdicciones.

Está siendo el objetivo de los medios de comunicación dominantes, las campañas de ingeniería social del gobierno, las normas y políticas injustas, los empleadores que colaboran y la mafia de los medios de comunicación social. Se le dice que usted es el problema y que el mundo no puede volver a la normalidad a menos que se vacune. La propaganda le convierte en un vil chivo expiatorio y los demás le presionan. Recuerde que no hay nada malo en usted.

Se le acusa incorrectamente de ser una fábrica de nuevas variantes de SARS-CoV-2, cuando en realidad, según los principales científicos, su sistema inmunitario natural genera inmunidad contra múltiples componentes del virus. Esto favorece su protección contra una amplia gama de variantes virales y anula la propagación a cualquier otra persona.

Está justificado que exija estudios independientes revisados por pares, no financiados por empresas farmacéuticas multinacionales. Todos los estudios revisados por pares sobre la seguridad y la eficacia a corto plazo han sido financiados, organizados, coordinados y apoyados por estas empresas con fines de lucro; y ninguno de los datos del estudio se ha hecho público o ha estado disponible para los investigadores que no trabajan para estas empresas.

Tiene usted razón al cuestionar los resultados preliminares de los ensayos de las inoculaci0ns. Los supuestos altos valores de eficacia relativa se basan en un pequeño número de «infecciones» tenuemente determinadas. Además, los estudios no eran ciegos, por lo que las personas que administraban las inyecciones sabían o podían deducir si estaban inyectando la inoculaci0n experimental o el placebo. Esta no es una metodología científica aceptable para los ensayos de inoculaci0ns.

Tiene usted razón en sus llamamientos a la diversidad de opiniones científicas. Como en la naturaleza, necesitamos un policultivo de la información y sus interpretaciones. Y eso no lo tenemos ahora. Decidir no tomar la inoculaci0n es dejar espacio para que surjan la razón, la transparencia y la responsabilidad. Tienes razón al preguntar: «¿Qué viene después cuando cedemos la autoridad sobre nuestros propios cuerpos?».

No te sientas intimidado. Estáis demostrando resistencia, integridad y valor. Os estáis uniendo en vuestras comunidades, haciendo planes para ayudaros unos a otros y defendiendo la responsabilidad científica y la libertad de expresión, que son necesarias para que la sociedad prospere. Estamos entre los muchos que os apoyan.

Dra. Angela Durante,
Dr. Denis Rancourt,
Dr. Claus Rinner,
Dr. Laurent Leduc,
Dr. Donald Welsh,
Dr. John Zwaagstra,
Dr. Jan Vrbik,
Dra. Valentina Capurri.

(Fuente: https://ocla.ca/; visto en https://es.sott.net/)



Nota Original