Consejos para sobrevivir a una ola de calor si no tienes aire acondicionado


Nuestra casa puede alcanzar temperaturas muy altas en verano. Si no tienes aire acondicionado, cuando llega una ola de calor, debes seguir algunos consejos para hacerla más llevadera. En el siguiente espacio detallamos que hacer para sobrevivir a una ola de calor.

¿Cómo nos puede afectar una ola de calor si no tienes aire acondicionado?

Para poder identificar los efectos del calor hay que estar atentos ante insolaciones, calambres, deshidratación, el agravamiento de problemas de salud que ya se padecen.

Debes estar alerta sobre todo, al golpe de calor, ya que cuando éste se presenta, el cuerpo no es capaz de regular su temperatura y se observan los siguientes síntomas:

Piel caliente, roja y seca.
Náuseas y sed intensa.
Somnolencia o agresividad.
Pérdida de conciencia y convulsiones.

Cuando esto ocurra, hay que trasladar a la persona afectada a un centro sanitario.

Consejos para afrontar una ola de calor
Para sobrevivir a una ola de calor es importante adoptar hábitos que permitan regular la temperatura del cuerpo. Asimismo, es conveniente evitar la exposición directa al sol.
Durante los días de una ola de calor, si no tienes aire acondicionado, debes refrescarte cada vez que lo necesites. Además, debes protegerte de la exposición directa al sol. También procura evitar realizar esfuerzos físicos en las horas de más calor.

Por otro lado, adapta tus actividades a la nueva situación. Cuida de los mayores y de los más pequeños, ya que son las dos partes de la población más susceptibles a los efectos de una ola de calor.

Otros consejos que te vendrán bien son:

Permanece el mayor tiempo posible en lugares frescos, a la sombra o climatizados.
Evita la exposición al sol en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas). Así como las exposiciones prolongadas o dormir al sol.
Protege adecuadamente la piel, la cabeza y los ojos con ropa, sombreros o gorros, y gafas de Sol.

¿Qué hacer para sobrevivir a una ola de calor si no tienes aire acondicionado?
Si no tienes aire acondicionado, más te vale evitar toda fuente de calor en tu hogar. Lo ideal es que busques aumentar la frescura en el interior de la casa.
Aleja las fuentes de calor innecesarias

Es importante no generar más calor del que ya penetra en nuestra casa. Para ello, debemos apagar o alejar los equipos eléctricos cuando no los estemos utilizando y apagar las luces innecesarias.

Mantén las persianas bajadas y las cortinas cerradas

Si a primera hora de la mañana el ambiente de la calle es fresco, puedes abrir las ventanas para renovar el aire. Cuando ya de el sol y las temperaturas suban, es recomendable cerrar las ventanas y bajar las persianas. Si tienes balcón, puede ser bueno abrir un toldo para evitar que los rayos del sol.

Emplea un ventilador y hielo

Con un ventilador, hielo y sal se puede conseguir un sustituto casero del aire acondicionado tradicional. Para ello coloca un cuenco de metal con hielo y sal delante de un ventilador.

Genera ligeras corrientes de aire
Generar corrientes ligeras de aire puede ser de ayuda para refrescar el ambiente cuando hace demasiado calor.
Aquellas ventanas por las que sale el aire deben abrirse completamente. Por el contrario, las ventanas por las que entra el aire las debemos abrir solo un poco. En este caso deben ser las que dan a patios interiores, donde el aire es menor.

El ventilador de techo

Los ventiladores del techo se deben regular antes y después del verano. Con la llegada de los meses más cálidos hay que programar el ventilador para que gire en sentido contrario a las agujas del reloj. Así, impulsará hacia abajo una corriente de aire capaz de refrescar el ambiente.

Reduce la humedad ambiental

Evita las comidas de cocción que necesitan mucho tiempo, emiten calor y vapor de agua que contribuyen a crear un ambiente sofocante. El agua que se evapora en el baño y la ropa tendida en el interior también cargan el ambiente y nos roban el frescor.

Manos y pies en agua fría

Cuando veas que sube tu temperatura, sumerge las muñecas en agua fría durante unos minutos. Haz lo mismo con los pies y refréscate también la cara y la nuca. Esto te puede ayudar a aliviar la sensación de calor



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