La historia de estos dos médicos argentinos nos reafirma en la idea de que no hay que rendirse nunca.


Los que aparecen en la fotografía son la doctora Andrea Carrasco y su marido el también médico Alí Eduardo Manzur, los dos han protagonizado recientemente una bella historia llena de coraje y de amor por la vida.

Estos dos profesionales de la salud residen en la ciudad argentina de Mendoza, el día 2 de mayo de este año 2021 el doctor Alí Eduardo ingresó en urgencias por covid, el día 27 de mayo fue dado de alta ya restablecido, durante esos 25 días vivieron una fuerte experiencia que acaban de compartir con la revista Madrid Market, el resumen de la historia sería el siguiente: la doctora Carrasco salvó la vida de su marido ocultando a los sanitarios del hospital que le estaba administrando d1Ox1d0de cloro endovenoso y también ingerido, todo salió bien y el doctor se restableció cuando muchos pronosticaban un desenlace fatal. El doctor Alí Eduardo estuvo muy grave pero se salvó al tomar «la sustancia» que muchos ya conocemos y que sigue estando censurada y perseguida, la persiguen porque funciona y porque su uso masivo haría que al menos 4.000 medicamentos convencionales fueran retirados del mercado porque ya no iban a ser necesarios pues ‘la sustancia’ los suple con todas las garantías.
Os recomiendo que veáis este vídeo de 38 minutos en el que cuentan la historia sus protagonistas. Da gusto escuchar el relato de estos doctores y ver que hay gente comprometida con la verdad, aún quedan médicos a los que les importa la salud y luchan por ella, todo se basa en la confianza ya que ésta es el motor que no permite que el miedo gane la batalla. Son tiempos donde hay que destacar los valores humanos y la dignidad, ahora mismo tan pisoteados. La historia de estos dos médicos nos reafirma en la idea de que no hay que rendirse nunca, a pesar de las dificultades siempre se abren caminos nuevos para seguir adelante.

El d1Ox1d0de cloro en su modalidad çD-esey administrado de forma correcta te mantendrá saludable a lo largo del tiempo, dejarás de hacerte analíticas, chequeos, dejarás todos los medicamentos, esta maravilla sencillamente te mantendrá libre porque a nivel mental vivirás sin miedo, se lo contarás a tus familiares y amigos, unos te creerán y otros no, tú sigue tu camino, no necesitas predicarle la verdad a nadie, no des consejos a nadie que no te los pida, la verdad se abre paso por sí misma, la verdad nunca tiene prisa aunque es obstinada y siempre acaba encontrando su lugar en la vida de las personas. Quiero dejar claro una vez más que con el d1Ox1d0de cloro nunca digo a nadie lo que tiene que hacer, sólo digo lo que yo hago. No hay que olvidar que uno de los objetivos de la pandemiatiene que ver con acabar con los tratamientos alternativos que habían tomado mucho auge en los últimos años, la nueva dictadura sanitaria impide que se utilicen remedios que no estén ‘aprobados’ por el Gran Sanedrín de las mafiacéuticas.

Al hilo de la historia de estos dos médicos argentinos, viene a colación sacar el caso de un enfermo ingresado en un hospital de Castellón (España) cuya mujer pidió al juez un tratamiento compasivo con ozono, el juez dio el permiso y el tratamiento ha funcionado, el enfermo ha mejorado de forma notable, lo más curioso es que los médicos del hospital se han opuesto a este tratamiento, esa negativa podría ser considerada como una falta al deber de socorro que se ha de suministrar a cualquier paciente, a veces por pura soberbia se niega la asistencia a un enfermo, parece increíble pero así es, los médicos del hospital «consideran que el tratamiento con ozono es un acto de brujería», tal cual lo estáis leyendo. El tratamiento con ozono a este hombre enfermo está abriendo un debate en la sociedad española, a través de él se ha puesto de manifiesto que las instalaciones hospitalarias están dentro del estado español y que son de todos, no son propiedad solamente de unos pocos, eso conlleva que se pueda aplicar una terapia que tiene suficiente evidencia científica y que es complementaria a los tratamientos convencionales, porque lo que importa es tratar con remedios efectivos a enfermos covid, estos enfermos están muriendo porque en muchos casos no se están aplicando terapias efectivas porque éstas son sistemáticamente censuradas. Como decía alguien el otro día, «podemos pedir eutanasia, podemos dejar que experimenten con nuestros hijos a través de las in0culaci0nessin que las autoridades se hagan responsables, sin embargo no podemos pedir oxígeno para nuestras células (ozonoterapia o CDS) bajo nuestra responsabilidad y como tratamiento compasivo que está contemplado en la Ley». Por cierto que la ozonoterapia lleva muchos años funcionando en los centros privados, es una terapia barata y su efectividad está fuera de toda duda.

La salud puede llegar a nuestra vida a través de un remedio que ocasionalmente nos puedan suministrar, por supuesto que sí, sin embargo lo más importante con respecto a nuestra salud está en nuestra mano, y lo está porque no es lo mismo tomar una fruta madura y natural recién recogida del árbol, que comprar una fruta en el supermercado que aún no está madura y que ha sido cultivada a base de químicos y de abonos sintéticos; no es lo mismo estar todo el día estresado y con la respiración entrecortada, que caminar despacio por un camino sintiendo cómo el aire entra por nuestros pulmones y nos renueva. No es lo mismo vivir odiando que vivir amando. No es lo mismo estar todo el día envuelto en pensamientos negativos que estar viviendo en la alegría y en la confianza. 

Y enfermar ocasionalmente no es ninguna tragedia, enfermar es volver a casa porque enfermar en la mayoría de los casos significa contactar con la esencia que somos, muchas personas están tan lejos de su esencia que a veces enferman para contactar con ella, eso ocurre porque en la enfermedad todos los estímulos exteriores colapsan, se nos van las ganas de comer, de salir a la calle, apenas tenemos ganas de ver a nadie, nos vemos obligados a mirar en nuestro interior porque es ahí donde se aloja esa joya que siempre nos aguarda, por eso enfermar significa como digo volver a casa, enfermar no es poner en riesgo la vida porque la vida nunca está en riesgo, lo que está en riesgo es nuestro ego y nuestra soberbia.  

Memorable encuentro entre el agricultor Josep Pàmies y el astrólogo Robert Martínez, memorable también la camiseta del astrólogo catalán que está sembrado durante toda la charla porque complementa los guantazos verbales que va soltando con un humor muy inteligente, tiene 10 minutos más o menos que van del minuto 35 al 45 que bien podrían valer para esos monólogos del Club de la Comedia. Robert tiene un control muy alto sobre la energía, ved los gestos sutiles que hace sobre su cuerpo en el 1:30:44, lo hace mientras habla Pàmies, esos gestos apenas duran 10 segundos aunque son muy significativos.



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