¿La peor de las enfermedades? La soledad

Hace unos días alguien me remitió una carta, hoy se publica a través de este medio, la podréis encontrar reproducida también en otras redes sociales, me ha parecido muy significativa, al final de la carta hago algunas observaciones que pueden ser de interés.
La soledad a la que podríamos llamar «buena», es decir la soledad auto aceptada, es muy necesaria para comprender lo que somos, es una soledad que hemos de abrazar porque viene a traernos una comprensión profunda de la esencia que nos constituye, sin embargo esa soledad impuesta a través de la cual somos apartados y excluidos,  esa no la queremos, una soledad así hay que rechazarla y denunciarla, y muy especialmente cuando esa soledad se utiliza para dañar a los más inocentes e indefensos.
«Le he dado muchas vueltas a la hora de publicar esto, creo que se tiene que saber, tiene que saberse lo que se está haciendo con los mayores. Mi madre de 81 años ingresó el 7 de septiembre de 2021 en el hospital de cruces Barakaldo por una neumonía bilateral.
Mi madre se quería ir a casa a recuperarse allí, pero no la dejaron. Hablábamos con ella por teléfono contando que somos 8 hijos, imaginad el número de llamadas, estaba en perfecto estado físico y emocional, era autosuficiente, la verdad que el que la conocía aún no sé lo cree.
Cuando la llamábamos preguntaba por todos mis hermanos, por las tareas cotidianas, por mi padre. Nos negaron las visitas hasta el día 10 de septiembre que recibió la visita de una hija.
Mi madre le preguntó a mi hermana ¿tú crees que saldré de aquí? ¡Qué vería mi madre para preguntarle eso!
Mi madre era lista y valiente. El día 10 por la noche no pudimos comunicarnos con ella, el día 11 tampoco, le quitaron el teléfono, lo hicieron en el momento en el que mi hermana finalizó la visita, de eso nos enteramos después. El día 12 nos dijeron que había pasado toda la noche inquieta y que le quedaban horas de vida, esto nos lo dijeron porque llamamos al hospital, ellos en ningún momento nos llamaron, la habían sedado con morfina ¿Morfina? Mi madre no tenía dolores.
Cuando a una persona la sedan con morfina no puede respirar bien, obviamente, si tenía neumonía estaba claro que estaba sentenciada.
Decidimos ir al hospital a por ella, su estado era inhumano, intentamos por todos los medios llevárnosla a casa pero no nos dejaron, estaba deshidratada y sin ningún tipo de suministro por vía, con unas pulsaciones de 160, a las pocas horas falleció. A mi madre la mataron. Entramos en una lucha para hacerle autopsia, el juez permitió que se le hiciera al día siguiente, pero luego reculó, está claro que hubo presiones de arriba, saquen sus conclusiones.
Si tan tranquilos estaban de que habían hecho bien su trabajo, ¿por que tantas trabas? Tuvimos una nueva vista y ganamos, pero no había forenses en el País Vasco dispuestos hacérsela, se esfumaron todos, palabras textuales de una forense: “Yo no voy a pisar a un compañero”. Había miedo. Conseguimos un forense en Asturias pero claro, otra barrera más, teníamos que tener permiso de sanidad para trasladarla, podía ya ser tarde porque el cuerpo de mi madre llevaba en una nevera desde el día 13 y estábamos ya a día 25. En el transcurso de estos días, el 18 de septiembre mi padre sufrió un ictus y además descubrieron una arritmia. Por supuesto cambiamos de hospital y fuimos al de Basurto, comenzó otra batalla, le diagnosticaron también neumonía y esa dolencia pasó a ser la prioritaria, mi padre en ningún momento tuvo tos, la saturación de oxígeno en sangre era de 97, hay que recordar que él ingresó por un ICTUS!!!!! Se quedó sin habla.
Mi padre no quería de ninguna manera ingresar en un hospital, siempre nos lo dijo.
De nuevo nos denegaron las visitas. Otra batalla abierta. Los 8 hermanos estábamos todos a una. Mi padre tenía miedo porque nunca había ingresado en un hospital y eso que tenía ya 91 años, él pensó que le habíamos abandonado. 
Tuvimos la suerte de que conocimos a un ángel, una médica ajena a nosotros que se involucró totalmente.
 El día 19 pudimos ver a mi padre a través de una video llamada, le tenían con oxígeno, el usa gafas pero no las llevaba, no nos reconocía, solo por la voz. Pero no hablaba. El día 20 se puso en contacto nuestro ángel con el neumólogo, palabras textuales del neumólogo: “Ha estado nervioso por la noche, le vamos a sedar”.
¿Cómo no iba a estar nervioso si no tenía a su familia al lado? ¿Cómo no iba a estarlo si pensaba que le habíamos abandonado? ¡Si además una semana antes había fallecido su mujer! Tengo que decir que esa mujer médico que era un ángel no dudo en coger el coche y venir a vernos en un trayecto de 8 horas.
Estuvimos presionando al hospital para que nos dejaran quedarnos con él, no queríamos sedación no queríamos vivir lo mismo. Estaba claro que iban a por él. Consiguió quedarse mi hermano con mi padre toda la noche, mi padre estaba con mucho miedo.
Mi hermano tuvo que salir por la mañana, porque estábamos en temas de juicios por lo de mi madre.
En ese momento restringieron totalmente las visitas. Otra lucha más, agradezco a toda la gente que vino al hospital a apoyarnos y a ejercer presión. La jefa de servicio bajó a hablar con dos familiares míos y aceptó que volviéramos a entrar, esta vez lo hice yo, además con ese fantástico traje de astronauta que te ponen, porque con el traje es imposible que te reconozca, por supuesto que me lo quité estando ya con él, me quité la mascarilla, las gafas, me lo quité todo para que me viera, para que viera.
Mi padre no me soltó la mano en las siete horas que estuve con él, me dijo que no le habían dado de comer, le di yo un puré que trajeron. Lo devoró. Mientras tanto mis hermanos iniciaron la lucha para la hospitalización domiciliaria ya que el alta voluntaria no podían dárselo porque mi padre no hablaba. Entró una médico para evaluarle.
Lo primero que le dijo es que si se quería ir a casa y entonces mi padre empezó a hablar, estaba claro que sólo necesitaba estar con algún hijo suyo para recuperar la confianza. Le hizo un montón de preguntas que yo le tenía que repetir porque a ella no le contestaba. Mi padre contestó a todo. Pudimos ese mismo día llevárnoslo a casa.
Cuando llegaron los médicos a verle al domicilio sin oxígeno, sentado en su sofá, con la tensión perfecta, lo auscultaron y vieron que no tenía nada. Estaban incrédulos. Lo que nos queda claro es que se inventaron una enfermedad que no tenía, él solo necesitaba a los suyos. Y ahora está conmigo con su tristeza obvia, pero fuerte como siempre estuvo. Con este relato solo quiero decir que no permitan que nuestros mayores se queden solos en el hospital porque hoy por hoy no es un lugar seguro para ellos, la soledad es la peor de las enfermedades, la soledad y un protocolo que no tiene ningún sentido. 
Tenemos audios y pruebas de todo lo que hicieron. Mamá, Papá, vuestra obra sigue en pie. No vamos a parar. Os queremos con todo el corazón».
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Alguna consideración después de leer la carta.
La primera es que el ser humano enferma cuando el torrente emocional se derrumba, el mismo ser humano sana cuando lo emocional consigue restaurarse, si por ejemplo un anciano no puede ver a sus seres queridos cuando enferma, su dolencia se agrava enormemente, si por el contrario tiene la oportunidad de verlos, su corazón se alegra y su cuerpo puede llegar a sanarse en un instante.
Dos ejemplos de lo importante que es el tema emocional en todo tipo de enfermedades; se sabe por ejemplo que muchos varones enferman al ser padres por primera vez, digamos que antes del nacimiento de la criatura sentían que formaban una simbiosis perfecta con su mujer, ese ‘nido de amor’ le daba al varón una seguridad y una protección muy grandes, pero justo al ser padre el varón comienza a percibir de forma inconsciente que el bebé se ha interpuesto en la relación con su mujer y en ese momento comienza a sentirse desplazado, es algo que ocurre muy a menudo; también se sabe que muchas personas enferman por mentir, la mentira está en la raíz de la mayoría de las enfermedades, y no estamos hablando solamente de las mentiras que contamos a los demás, estamos hablando sobre todo de las mentiras que nos contamos a nosotros mismos.
La segunda consideración es en realidad una pregunta, ¿aún no se han dado cuenta muchos médicos de que no se puede sedar sin más a los ancianos porque hay remedios que les pueden ayudar a salir adelante? La manía de sedar tiene que llegar a su fin, sobre todo cuando se sabe que hay remedios ampliamente contrastados que son efectivos, por ejemplo la trombosis pulmonar se trata perfectamente con CDS, también con ozonoterapia, el glutatión ayuda mucho al igual que la acetilcisteína, la ivermectina está aceptada en muchos países y su eficacia está más que demostrada.
Hace muchos meses que se conocen los remedios que funcionan, no hay excusas pues para seguir practicando sedaciones que vulneran la ética más elemental y los derechos humanos.
La tercera consideración es igual de seria que las dos anteriores y va directamente dirigida a los sanitarios. Se sabe que la vacuna de la gripe estacional lleva óxido de grafeno, se tiene constancia de que la vacuna del covid tiene también unos niveles altísimos de óxido de grafeno reducido, ese grafeno es estimulado y amplificado electromagnéticamente a través de las redes de telefonía móvil creando un cuadro de falta de aire (hipoxia), un cuadro de tormenta de citoquinas que desemboca en un cuadro de neumonías trombóticas (no víricas) y claramente asociadas a una alta radiación, ese es el cuadro covid convencional.
Muy pocos médicos saben por qué algunas personas se agravan al entrar al hospital aunque ingresen con cuadros leves, se agravan porque muchas de las soluciones hospitalarias llevan también óxido de grafeno, la misma Heparina podría llevarlo, el óxido de grafeno estaría presente en el suero y en tantas y tantas soluciones que allí se administran; el anciano que entra con un cuadro leve al hospital y en cuestión de horas se agrava, es porque recibe grafeno en las soluciones que se le administran, el grafeno es un tóxico muy potente que a través de sus nanotubos amplifica la radiación electromagnética. No estamos hablando de un virus, estamos hablando de una intoxicación por grafeno unida a una radiación asociada a campos electromagnéticos, es responsabilidad de los sanitarios averiguarlo y pedir explicaciones de esto que aquí se dice, todos los países del mundo conocen ya esta información que está recogida en el Informe Campra.
Los glóbulos rojos que presentan los enfermos covid son los mismos glóbulos rojos que presentan los enfermos por radiación. El grafeno bloquea la comunicación celular creando una toxicidad muy alta en el cuerpo. Casi siempre al lado de los hospitales hay antenas muy potentes de telefonía, fijaos cuando paséis cerca de algún complejo hospitalario.
El grafeno son nanotubos de carbono que crean bio-circuitos orgánicos controlados a través de campos eléctricos y magnéticos, esos nanotubos se ensamblan a distancia, por eso se crean cortocircuitos sin necesidad de ‘tocar’ al individuo, en realidad un individuo ‘grafenado’ puede ser teledirigido o incluso eliminado a discreción a distancia pues la tecnología ya lo permite actualmente.
Así está la sangre de los vacunados, lo podéis ver en este excelente vídeo de 30 minutos realizado por el canal de Telegram «Infovacunas», la sangre de los inoculados está claramente degradada y envenenada debido a unas inoculaciones que nunca debieron de autorizarse. La base de datos de la OMS (Organización Mundial de la Salud) registra más de 2 millones de lesionados debido a las vacunas covid, aunque se estima que el total de lesionados puede ser de decenas de millones o quizás de cientos de millones de personas. Una hecatombe.
Andrew Cuomo, ex gobernador de Nueva York, está siendo juzgado en estos días en una base militar estadounidense, es la primera vez que un político es llevado ante los tribunales por los crímenes de estado relacionados con el Covid-19. Por fin podemos leer cómo estos miserables no solamente ordenaron asesinar a decenas de miles de ancianos, sino que también se lucraron con su muerte, todos los datos que se van conociendo indican que a este sujeto le espera la pena capital.
Una parlamentaria austríaca colapsa mientras habla desde la tribuna de oradores. Parece que muchas personas están siendo atacadas por la ya famosa «variante súbita» que embiste de una forma especial a todos aquellos que se han inoculado. Pronto el mundo conocerá la verdad. Pronto se sabrá lo que ha pasado, los que han ideado todo esto tendrán que responder por tanta maldad.

Nota Original