LAS "NUEVAS VARIANTES" Y LAS SORPRESAS QUE DA EL ALFABETO GRIEGO

Un ejercicio de algo tan elemental como el uso de la propia memoria nos recordará que cuando empezó el circo de las variantes del virus fantasma la denominación que éstas recibían era la del país donde nos contaban que había aparecido: variante británica, variante sudafricana, variante india … hasta que los titiriteros de la OMS se dieron cuenta de que lo estaban poniendo muy fácil a los escépticos de las falsas vacunas: las variantes aparecían justo donde se generalizaba la inoculación masiva y muy poco después de darse ésta, confirmando lo que ya habían advertido voces tan prestigiosas como la del Premio Nobel Luc Montaigner:

Se estaba haciendo obvio que las nuevas cepas o variables del virus chino son el resultado de las vacunas experimentales contra el Covid, y se generan en un proceso conocido como ‘potenciación derivada de los anticuerpos’ o ADE (y no por algún mágico influjo de personas no vacunadas capaces de desactivar con su sola presencia el principio activo de las falsas vacunas).

Falta la otra mitad de la información: a los que no nos afecta es a 
los «pura sangre». Y la razón es tan sencilla que hasta un niño se
 daría cuenta: la variante Omicron es producida por la «vacuna».

Para disimular cambiaron el sistema de denominación y ahora tiran de alfabeto griego, para que se nos olvide de donde vienen esas cepas. Pero con este «truquito» ha acabado ocurriendo algo también curioso, y es que a la última «detección» de una nueva variante Covid –realizada, como es habitual, por el infame Imperial College de Londres cuyas mentiras sobre la plaga condujeron a secuestrar domiciliariamente a la población de Occidente, entre otras aberraciones- le correspondía la letra griega «Xi», cuyo uso parecería un señalamiento directo al presidente chino, Xi Jinping. Así que la OMS ha «saltado» la letra griega que correspondía en un intento por disimular el justiciero azar que venía así a señalar al gobierno que creó el coronavirus y lo extendió a propósito por todo el mundo para imponer a nivel global su modelo de dictadura y sumisión.

Y con esta omisión, ya se les está terminando el alfabeto griego. El problema es, si continarán con el alfabeto chino, que son más de 56.000 letras, lo que garantiza la generación de nuevas variantes del Covid hasta el año 3.000, el sueño húmedo de los ingenieros sociales que dirigen este circo de los horrores.

(posesodegerasa)

Nota Original